01. GUAJIRA DEL MANQUE

Letra y Música: José Luis Alvarez (Roca/Fiske – Río Negro) (Ver letra)

02. DE AQUÍ PARA ALLÁ

Letra y Música: Horacio Contreras (Trelew – Chubut) (Ver letra)

03. DOSCIENTOS PINGÜINOS

Letra y Música: Ignacio Boreal (Ushuaia – Tierra del Fuego) (Ver letra)

04. PIÑÓN FRUTO DEL PEHUÉN

Letra y Música:  Raúl Namunkurá (S. M. de los Andes – Neuquén) (Ver letra)

05. QUE VA A PASAR UN OBRERO

Letra y Música: Eduardo Guajardo (Río Turbio – Santa Cruz) (Ver letra)

06. UNA ESTROFA PARA LA SOLEDAD

Letra y Música: José Luis Alvarez (Roca/Fiske – Río Negro) (Ver letra)

07. HIELO AZUL

Letra y Música: José Luis Alvarez (Roca/Fiske – Río Negro) (Ver letra)

08. MIRADAS DE AMOR

Letra y Música: José Luis Alvarez (Roca/Fiske – Río Negro) (Ver letra)

09. UNA NOCHE UNA CANCIÓN

Letra y Música: José Luis Alvarez (Roca/Fiske – Río Negro) (Ver letra)

10. CEFERINO

Letra y Música: José Luis Alvarez (Roca/Fiske – Río Negro) (Ver letra)

11. SOMUNCURÁ

Letra y Música: Martín Jara (Balsa Las Perlas – Río Negro) (Ver letra)

12. IDIOTIZADOS

Letra y Música: José Luis Alvarez (Roca/Fiske – Río Negro) (Ver letra)

13. VIVIR PARA CANTARLO

Letra y Música: José Luis Alvarez (Roca/Fiske – Río Negro) (Ver letra)

GUAJIRA DEL MANQUE

Letra y Música: José Luis Alvarez

IDIOTIZADOS

Letra y Música: José Luis Alvarez

1. GUAJIRA DEL MANQUE

Un señor de las alturas, llegó volando al Caribe,

hace muchos años ya, no había nacido el que escribe.

 

Desde la sierra unos hombres, pensaron que era del norte,

un águila del imperio, soportando sus calores.

 

Pero uno de ellos dijo, – Yo lo ví en la Patagonia,

cuando salí a los caminos, a buscar mi propia historia.

 

– ¿Qué estás haciendo en la isla?, – preguntó aquel viajero -,

– ¿lejos de tus fríos bosques, de tu nieve y de tus cerros?

 

– Un grito de los caciques, y aires suramericanos,

me trajeron hasta aquí pa´ saber de mis hermanos.

 

– El viento llevó a mi sur, el ruido de los fusiles,

de indios, negros y criollos, unidos para ser libres.

 

– Cuentales que el hombre vive, encerrado en una jaula,

dijo el joven comandante,  – pero una llave lo aguarda.

 

– Vuelve volando a contarles, lleva en tus alas mi voz,

la llave que abre esa cárcel, se llama . . . revolución.

2. DE AQUÍ PARA ALLÁ

Traigo una polquita con ganas de bailar,

la encontré en un campo cerquita de Gan Gan,

linda pa´ bailar, linda pa´ cantar,

pa´ chiflarla lejos del lugar,

linda para recordar que soy de allá.

 

Pa´ saber cómo hacen las fiestas por acá,

conmigo ha querido salir a musiquear,

dejarse llevar, de aquí para allá,

como el viento como el río andar,

pero para el tiempo de la señalada estar,

allá, allá, allá.

 

Desde Fitamiche pasando por Gan Gan,

hasta Lagunita, Chacay, Yalaulubat,

con guitarra y verdulera y unos tragos pa´ entonar,

por si alguna vuelta, se quieren llegar,

toda la noche siempre ha de bailarse allá,

así, así, así.

3. DOSCIENTOS PINGÜINOS

Doscientos pingüinos vestidos de tul,

marchando en silencio cargando una cruz,

doscientos barquitos por el mar austral,

tirando el petróleo que no sirve más,

y mis playas llenas de animales en pena,

ensombrecidos por nuestra evolución.

 

Doscientos patriotas peleando en Irak,

el mismo oro negro que flota en el mar,

doscientos enfermos de cáncer al sur,

muriendo despacio por la radiación,

y tus playas llenas de monitos erguidos,

bronceándose al óleo como mis pingüinos,

y mis playas llenas de animales en pena,

ensombrecidos por nuestra evolución.

 

Y nuestras playas cubiertas de desigualdad,

cómo no sentirme un pingüino en el mar.

 

Los que tienen tanto que tanto hace mal,

los que sólo acumulan necesidad,

doscientos Onitas, Popper, Poxirán,

doscientos pingüinos petróleo en el mar,

y nuestras playas cubiertas de desigualdad,

cómo no sentirme un pingüino en el mar.

4. PIÑÓN FRUTO DEL PEHUÉN

Cimas de montañas, inviernos de blanco,

bosque de araucarias, crecen en lo alto.

Gigantes que tienen ya más de mil años,

y para el pehuenche, recurso alimentario.

 

Piñón piñón fruto del pehuén,

piñón piñón fruto del pehuén.

 

Tendremos harina, también tendremos ñaco,

y haremos un chávif para festejar.

Árbol milenario, te damos las gracias,

por darnos tu fruto, siempre año tras año.

 

Piñón piñón fruto del pehuén,

Piñón piñón fruto del pehuén.

 

Sol cordillerano, entibia fin de Marzo,

con tu calorcito, iré recolectando.

Tendremos harina, también tendremos ñaco,

y haremos un chávif para festejar.

 

Piñón piñón fruto del pehuén,

milenario,

fruto del pehuén fruto del pehuén,

sol cordillerano,

piñón piñón fruto del pehuén.

5. QUE VA A PASAR UN OBRERO

Reptando en los socavones, mezclando el día y la noche,

que extraña forma de vida, nacer otra vez cada día,

nacer otra vez cada día.

 

Oscuros rostros que miran, su triste y breve rutina,

que se hace llanto en recuerdos, y canto se hace en el vino,

y canto se hace en el vino.

 

La viuda los vio seguro, pasear por todos los frentes,

varones de cuño duro, heridos siempre de muerte.

 

A ver si se saca el sombrero señor,

que va a pasar un obrero,

a ver si se saca el sombrero señor,

que va a pasar un minero,

el hombre que partió el silencio en el sur,

el hombre que fundó mi pueblo.

 

Qué habrá sido de esas vidas, que se escaparon un día,

que habrán de pensar ahora, que no sirvió su partida,

que no sirvió su partida.

 

Que no es posible el lamento, que nos redime el dolor,

marchamos con nuestros muertos, somos fruto de su amor.

 

A ver si se saca el sombrero señor,

que va a pasar un obrero,

a ver si se saca el sombrero señor,

que va a pasar un minero,

el hombre que partió el silencio en el sur,

el hombre que fundó mi pueblo.

6. UNA ESTROFA PARA SOLEDAD

Niños que juegan, madres que lloran,

y los que creen que ya llegó la hora,

pájaros libres, vientos que azotan,

y un dios pequeño que no se nota,

todos parte de algún tren,

cruzan sus vías y no se ven,

y no se ven, y no se ven.

7. HIELO AZUL

Tu voz, río de montaña,

está haciendo una poesía,

que dice sin palabras.

 

Tu canto, viento del bosque,

susurra en las alturas,

entre lawanes que responden.

 

Lluvia y silencio,

lluvia y silencio,

mis ojos son de viento,

mis pasos son el tiempo.

 

Tu cara, cerro de piedra,

mirándome en silencio,

desde antes que yo sea.

 

Tu blanco, hielo del cielo,

intento imaginarlo,

cuando nacieron los tiempos.

 

Lluvia y silencio,

lluvia y silencio,

mis ojos son de viento,

mis pasos son el tiempo.

8. MIRADAS DE AMOR

Como un eco pequeño, tu melodía llegó,

miraba a tu madre, y por el este el sol.

 

El valle y sus flores, supieron aromar,

tu semilla mágica, y por vos cantar.

 

Calor de verano, y el primer abrazo,

al verte mis ojos, como nunca amaron.

 

Entre lunas y colchones, de a poco crecer,

jugando y soñando, la vida ha de ser.

 

Y cuando pasen los tiempos,

y estemos juntos cantando,

tal vez sientas este fuego,

en tu corazón,

en tu corazón,

en tu corazón.

 

9. UNA NOCHE UNA CANCIÓN

Si la luz, del amor,

con su magia llegó,

así, aquí, donde habitaba el dolor,

y lo cambió y lo curó, es por vos.

 

Ay mujer, puedo ver,

dentro tuyo, y crecer.

 

Una noche, una canción,

el universo conspiró,

y nos juntó, vencimos la soledad,

nuestra piel lloró, y despertó.

 

Ay mujer, puedo amar,

me enseñás, lo que es dar.

 

Por mis sueños viajar,

de tu mano despertar,

tu voz, tu piel, tus ojos que saben curar,

heridas de, un mundo que, puede lastimar.

 

Ay mujer, vos y yo,

Y la luz, de este amor.

10. CEFERINO

Ceferino,

yo te mando esta canción con viento,

a tus pagos de Chimpay,

a tu piuke mapu adentro.

 

Ceferino,

un botín de guerra fuiste vos,

del fusil y de la cruz,

comercial expedición.

 

Ceferino,

tu newen de joven machi vive,

en el río y la meseta,

no es estatua de invasor.

 

Ceferino,

hoy que muchos te piden milagros,

yo te pido este peuma,

salvemos la madre tierra.

 

Ceferino,

pie de piedra siempre pisando esta mapu,

y volviendo con la fuerza,

de un viento ancestral.

11. SOMUNCURÁ

Suena que suena, una inmensidad,

basalto y greda, están rodeándola,

arriero el viento, va despeinándola,

pueblos de adobe, abrazándola.

 

Aquí durmió el tiempo, antes de empezar,

quiero entregarme a tu soledad.

 

Rueda que rueda y trae leyendas,

rastros de piedra, que no regresan,

cuenta el silencio, su fortaleza,

historias de lonkos, que no se entregan.

 

¡Qué sola estás, Somuncurá!

rodando va, Somuncurá,

¡qué sola estás, Somuncurá!

rodando va, Somuncurá,

¡corre que corre!

¡suena que suena!

¡rueda que rueda!

 

“Piedra que habla, piedra que suena,

las cosas pasan para la gente que vive allí”

12. IDIOTIZADOS

Viven dentro de la pantallita,

van a full con sus deditos,

se olvidan de mirarse a los ojos,

y de usar la boca para hablar.

 

Tanto un viejo como un pendejito,

ciegos con su espejo de colores,

sordos de este nuevo mundo,

programados para no pensar.

 

En la tele todos con uno en la mano,

mañana, tarde, noche o al dormir,

novela o noticiero te lo meten,

como si siempre hubiera sido así.

 

Plantan una antena cancerígena,

para que nadie se quede sin señal,

mientras tanto las abejas se marean,

y los rayos caen sin parar.

 

Tal vez me odien por todo esto que les digo,

y el mercado me castigue sin piedad,

bloqueando mi canción de los ringtones,

que taladran el cerebro sin parar.

 

La nueva moda de estar conectados,

a una red virtual con obsesión,

solitos pero con el dedo arriba,

adictos a esta nueva religión.

 

Para mí son otras las señales,

mirarnos a los ojos y hablar,

es lo que nos salva a los humanos,

de volvernos una máquina fatal,

un estúpido que no siente ni piensa,

marioneta del engaño global.

13. VIVIR PARA CANTARLO

Los que quieran vivir para cantarlo,

le darán su voz a todo el pueblo,

para cantar los dolores que lo aprietan,

y empuñar su guitarra contra el miedo.

 

Esos hombres y mujeres no podrán volver atrás,

y es que ya no pensarían en hacerlo,

porque tanta injusticia ante sus ojos,

les va a gritar las palabras de sus versos.

 

En sus coplas llorarán por los que sufren,

la violencia de un poder que se hace el ciego,

ante la muerte que él mismo va sembrando,

sin importarle la sangre de su pueblo.

 

Los que quieran vivir para cantarlo,

vivirán peleando un mundo nuevo,

inventando melodías de esperanza,

en que un día explote este silencio,

empujando a los de abajo por las calles,

para hallar la dignidad que le robaron.